“TODOS LOS DÍAS INGRESA ALGUIEN NUEVO, QUE PUEDE SER DEL BARRIO O UN AMIGO”

La Iquiqueña Yericcia Díaz es médica y se sumó a los profesionales de la salud que atienden a los pacientes contagiados en esta nueva ola de conoravirus en la región.
La joven, de 32 años, optó por pausar sus estudios de especialización que desarrollaba en Santiago para volver a la ciudad, esto ante la necesidad de más personal para atender la expansión de camas críticas en la UCI y el peligroso avance del Covid-19.

¿Qué la motivo a decidir venirse al Hospital Regional de Iquique?
Yo soy iquiqueña y viví toda mi vida acá, estudié acá, trabaje en el Hospital Regional antes de irme a hacer mi especialidad en Santiago, así que en el fondo este es mi hospital y así lo siento.

¿Cómo hizo con sus estudios y qué tramité completó para poder venirse a Iquique?
Yo estoy cursando la beca de medicina de urgencia en Santiago, debería haber pasado al tercer año, pero no avancé, dejé pausado mis estudios de la beca por venirme a Iquique, cuando me llamaron del Servicio me contaron cómo estaba la situación acá y para pedirme de apoyo, quise venirme el año pasado cuando fue la primera ola, pero me contagie de Covid, así que en esa oportunidad no pude venir, luego me llamaron y, ahora, a finales de diciembre, me contaron nuevamente como estaba la situación, que habían tenido la necesidad de aumentar camas y para pedirme que viniera. Allí lo conversamos también con la universidad y hubo todo un trato entre el Servicio de Salud y la Universidad para que no quedara la beca como en una situación de abandono, ahí me vine, inicialmente era un mes y medio, luego paso a dos meses, dos meses y medio y así se ha ido alargando.

¿Cuánto tiempo de experiencia ha tenido en el área de la salud y cómo vive esta situación sanitaria?
Yo egrese en el año 2014 de la Universidad del Mar, trabajé en el hospital regional entre el 2015 y 2018, este sería mi último año de la especialidad que hago en Santiago. Estamos en una situación de un colapso, el Hospital regional ya de por sí en una situación normal se quedó chico para la población, así que ya desde un estado basal el hospital siempre estuvo lleno, pero ahora con el tema del Covid y los requerimientos de camas críticas, se ha visto mucho más colapsado, el personal está muy cansado, todos hacemos más turnos que los que actualmente deberíamos hacer, ha habido una buena y rápida gestión al respecto de la implementación de las camas UCI, y a los servicios, pero el personal si se ha visto colapsado porque estamos muy cansados.

¿Han tenido que redoblar turnos, trabajar más horas?
Hemos tenido que doblar turnos, el turno en sí no ha aumentado en cuanto a la cantidad de horas, siempre han sido las mismas, pero sí hay que estar disponible por sí hay que estar disponible por si es que algún colega falta, o se enferma, la carga de los pacientes es mucha como para redoblar en algunos médicos, a veces hemos tenido que estar un solo médico en dos áreas por falta de personal, por ejemplo. El Mayor tiempo que me ha tocado estar en algún momento ha sido 30 horas.

¿Cómo se siente un médico físicamente al redoblar los turnos?
No solamente hay una situación que pasa por lo físico, sino por lo intelectual, a medida que avanzan las horas se va viendo disminuido lo intelectual, el cansancio pasa la cuenta y ya uno no es tan hábil como en las primeras horas del turno.

¿Actualmente está en un punto crítico esta segunda ola?
Es increíble porque todavía hay gente que no cree en el virus, y vemos por ejemplo el tema de los aerotraslados que han sido bien importantes porque si esos pacientes no se hubiesen trasladado, nosotros no tendríamos posibilidad de seguir hospitalizando pacientes, y no sólo la UCI, sino que aquí hay un punto importante porque en la urgencia del hospital también se han tenido que hacer situaciones extraordinarias, cosas que no se hacían, componer a pacientes ventilados en la urgencia mientras esperamos cama UCI, allí también se han visto colapsados los otros servicios .

¿Le ha tocado ver morir a algún familiar, amigo o conocido?
Gracias a Dios ningún familiar directo, pero he visto partir a gente conocida, hace pocos días me entregaron un paciente que era un compañero mío del colegio, que estaba intubado y en una situación muy grave. Todos los días ingresa al hospital alguien nuevo, que puede ser alguien del barrio o un amigo.

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