DR. ARTURO KIRBERG: UN HOMBRE EN VIDA AL SERVICIO PÚBLICO

La comunidad médica está consciente de las necesidades que vive el sistema público de salud respecto a la grave carencia de especialistas, sobre todo en regiones, ya que muchas veces prefieren trabajar en el sector privado o en Santiago.

Es por esto, que la vida del doctor Arturo Kirberg, de especialidad gastroenterólogo, es un caso que, para los dirigentes médicos, sirve de ejemplo ante el déficit que viven los hospitales a nivel nacional.

“Lo admiro porque siempre supo mantenerse acá, siendo un especialista muy exitoso, con tanto conocimiento, haciendo muy bien las cosas y enseñando a muchos. Fue tentado (por el área particular) pero nunca “pico”, siempre se mantuvo dentro del servicio público y encuentro que eso es fantástico”, asegura a presidenta regional del Colegio Médico, Teresa Barlaro, junto con indicar que la labor del doctor Arturo Kirberg no es solo valorable para el hospital y la región, sino incluso a nivel nacional, lo que llevó, el pasado viernes, a que la Unidad de Endoscopia fuera bautizada con su nombre: Doctor Arturo Kirberg Benavides.

“Fue una sorpresa. He recibido como 400 besos. Ha sido muy agradable y enriquecedor. Ha venido mi amigo de Colombia y mi amigo de La Serena. Ha sido muy emocionante. Este es el mérito de haber trabajado cuarenta años en el Servicio público. Quienes vinieron fueron alumnos en algún momento pero ahora son profesores. Después conversaremos y nos mostraremos el carnet”, dice brevemente el doctor Kirberg, refiriéndose a la llegada de Roberto Sagredo de La Serena y Samuel Blanco de Colombia, junto a doctores de Antofagasta y Santiago quienes acudieron hasta la unidad de Endoscopía del hospital regional de Iquique para celebrar al especialista.

CENTRO AVANZADO

El transcurso en la vida del doctor Arturo Kirberg va de la mano con la historia del centro de Endoscopia en el hospital Ernesto Torres Galdames, que ahora lleva su nombre.

El  cirujano endoscopista, Roberto Sagredo, quien es reconocido por el doctor como uno de sus mejores amigos, estudió en la Universidad Católica del norte y ahora se desempeña en el hospital de Coquimbo, vino exclusivamente a la ciudad para saludar a quien fuera su profesor.

“Tuve la suerte de trabajar en Iquique, donde conocí a Arturo, quien me cambio la vida porque me hizo conocer un montón de procedimientos que en ese tiempo se hacían con grandes incisiones. Él me enseñó cómo se podía hacer lo mismo, pero sin heridas a los pacientes. En el país no se conocía, pero el centro de Iquique era avanzado en realizar cirugías mínimamente invasivas sobre el árbol bilial y el páncreas. Estoy hablando de fines de los años ochenta”, recuerda, junto con expresar que el doctor Arturo Kirberg se merece ese reconocimiento, y no solo porque haya desempeñado bien su profesión, sino porque siempre le puso “cariño y amor” a las personas que conforman sus equipos de trabajo.

“Arturo pudo haberse ido de Iquique, tenía merecimientos y ofertas para irse a otros centros, a Santiago, a universidades, a clínicas, pero nuna dejó el servicio público y hasta el día de hoy sigue trabajando por la gente de Iquique, un Iquique que él quiere tanto”, reconoce.

Sagredo, quien llegó hasta la región de Coquimbo desde Santiago, cuenta que el doctor siempre les inculcó no dejar nunca el hospital ya que éste es el centro de sus actividades profesionales, incluso asegura que a veces ha tenido ganas de dejar su vida en el reciento asistencial donde trabaja, pero recuerda las palabras del doctor.

Junto a él, también llegó desde Colombia el homenaje, el cirujano gastrointestinal Samuel Blanco, quien trabaja en la universidad de Antioquia, en Medellín, así como en su consulta privada. Blanco fue alumno del doctor Kirberg en 2005, hace diez años, cuando hizo una pasantía en Iquique.

El profesional expresó su cansancio tras el largo viaje a Chile, sólo vino al país para ver al doctor Kirberg, al que también reconoce como un profesor  con calidad humana y accesible en la comunicación, compartiendo sus conocimientos sin ningún tipo de restricción.

“No es común hacer un homenaje, nombrar a una unidad de un hospital, con el nombre de una persona que aún vive. Esto es algo que resalta aún más los merecimientos que tiene el doctor  Kirberg, y los agradecimientos que le podemos dar no sólo quienes fuimos sus alumnos, sino también todas las personas que sirvieron de sus aptitudes y en general, el pueblo de la zona norte de Chile y todas las personas quien ayudó”, señala.

ESPECIALISTA

La técnico paramédico Valerie Lobos lleva 25 años en el servicio trabajando con el doctor Arturo Kirberg, lo que define como “un orgullo”. Eso sí, asume que actualmente es necesario suplir las carencias en la Unidad de Endoscopia con nuevos profesionales.

“Aquí debiera haber un equipo completo atendiendo todas las patologías relacionadas a la gastroenterología. De todas maneras que faltan especialistas. El doctor Moltalva se fue en junio y llevaba harto tiempo trabajando, unos 25 años o más, tal vez, ahí quedamos cojos, porque era importante para el servicio. Ahora está en formación un médico, el doctor romero, que se está preparando para una beca. El doctor Kirberg lo está formando. Cuando el doctor Kirberg se vaya, él se va a quedar. El doctor no quiere llegar a irse dejando todo botado, tantos años de sacrificio”, detalla Lobos.

Ir al contenido