SALUD LAMENTA FALLECIMIENTO DE DOCTOR RAÚL SIERRALTA ESCOLA
Se ha ido uno de los profesionales más longevos de Iquique, el doctor Raúl Arnaldo Sierralta Escola. Nació el 13 de enero de 1909 en Copiapó Nombrado Hijo Ilustre de Iquique, destacado testigo y colaborador de hechos históricos que cambiaron el deporte y la salud en la región. En sus 108 años ha vivido en Iquique 77, a contar de 1940.
Este médico venido de Copiapó es parte del patrimonio de la salud de nuestra Región de Tarapacá. Desde que se fundó el Servicio Médico Nacional de Empleados, Sermena, el doctor Sierralta fue su director hasta que la entidad cesó sus funciones en 1980. Luego pasó a ser parte del Servicio Nacional de Salud hasta su jubilación.
Desde su llegada se propuso colaborar con los deportes y deportistas de la tierra de campeones. A los pocos años compró una casona antigua ubicada en Zegers y Obispo Labbé, instalando su consulta. Ese lugar guardaba valiosos recuerdos de su ápoca de activa autoridad sanitaria de la Capital de la Primera Región y reconocimientos como Hijo Ilustre de Iquique.
Raul Sierrralta al margen de sus actividades deportivas mantenía estrechos vínculos con los más renombrados médicos cirujanos de la ciudad, entre ellos Juan Lombardi, Héctor Reyno, Juan Francia, Abraham Esperidión y un gran grupo de amigos y colegas. Rememora su apego y devoción con los más grandes campeones del boxeo de esta tierra nortina. Se recuerda su amistad en los años 40 con el eximio boxeador de todos los tiempos, Estanislao Loayza, “El Tani”, constituido en uno de los mejores exponentes chilenos, principalmente en el extranjero. Su afecto y devoción mayor de médico la volcó en el gran boxeador iquiqueño Arturo Godoy, a quien atendió profesionalmente cuando vivía en Iquique.
OTRAS OBRAS DEL DOCTOR-BOXEADOR
Su cariño por la ciudad y los habitantes se ha manifestado a través del deporte y el tiempo. Participó activamente en la creación de la primera Casa del Deportista que funcionó en Tarapacá, Vivar y Serrano. Junto al doctor Juan Lombardi, presidente del Consejo Local de Deportes realizaron una gran campaña en la construcción del estadio para el boxeo. Según sus amigos, en los años 40 tuvo la osadía de comprar un terreno baldío en pleno centro de la ciudad que después se convertiría en la primera e histórica Casa del Deportista.